viernes, 29 de marzo de 2013

Tony Orrico, ilustraciones en movimiento


Cada día aparecen nuevas personas que llevan más allá los límites del arte, logrando algo nuevo y llamativo. Este es el caso del artista y bailarín de Estados Unidos llamado Tony Orrico
Su trabajo consiste en realizar pinturas con el movimiento de todo su cuerpo, logrando formas casi matemáticamente perfectas gracias a la repetición.


Puede estar hasta siete horas seguidas realizando estas piezas, algo que habla de un gran estado físico pero también de una impresionante concentración. 

''Me asombra la composición de la naturaleza y los círculos. 
No estoy interiorizado en la convergencia del arte y la matemática o ciencia, pero me encuentro atraído por su relación. Intento diluir mis esfuerzos y encontrar un punto experimental de entrada. Trato de experimentar con sistemas de expresión y cognitivos que producen belleza. Mi arte favorito es en alguna forma accidental y abrumadoramente concisa.''

A principios de setiembre se celebró en México el festival DRAWING(a)LIVE, un interesante festival de arte audiovisual que trató sobre el dibujo en vivo como acto de performance.

Entre los artistas que participaron destaca Tony Orrico, que desde 2009 utiliza su cuerpo como herramienta de medición para dibujar geometrías. Seguir unas determinadas reglas para moverse frente o sobre una superficie le lleva a obtener diferentes resultados, siendo tanto el proceso como el dibujo final muy interesantes. Son los penwald drawings.


Cada uno de ellos es como una coreografía o representación que al repetirse da lugar a dibujos originales diferentes. Danzar y dibujar.

Orrico transforma su cuerpo en un instrumento de precisión, en una delicada brocha de lo abstracto que con mucha gracia y fluidez, realiza los dibujos aparentemente mecánicos
Penwald: 8: 12 by 12, el trabajo más ambicioso del artista, toma alrededor de 7 horas en ser finalizado y para entonces, Orrico termina lleno de grafito de pies a cabeza y evidentemente, agotado física y mentalmente de repetir los mismos movimientos una y otra vez.


Él diseña cada patrón de dibujo en una forma de probar su capacidad de domino cerebral y control motriz. Tan solo mirar sus movimientos metronómicos es en sí, una hipnótica experiencia artística. Pero los productos finales –enormes, enigmáticos, lleno de modelos naturales y un toque humano– son verdaderamente impresionantes.
























Que paséis un buen día ;)



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